La agricultura intensiva es aquella que tiene por objetivo obtener de forma masiva productos agrícolas y obtener una alta rentabilidad a partir del uso comercial de estos.
Esta modalidad emplea métodos y herramientas para obtener una producción masiva mediante técnicas de agricultura intensiva. Para ello, es necesario el empleo de maquinaria, un alto nivel de control técnico y grandes inversiones de capital y energía.
En resumen, la agricultura intensiva consiste en producir cultivos de forma controlada, asegurando así las condiciones que permitan a los frutos alcanzar su máximo potencial.
Características de los cultivos intensivos
Para que sea posible llevar a la práctica la producción intensiva de cultivos, es necesario que existan varios sistemas de cultivo en los que las variables que intervengan estén controladas. Con esto nos referimos a la radiación solar, el riego, las temperaturas óptimas o la humedad. Todas ellas deben llevarse al punto óptimo para agilizar el crecimiento de los cultivos lo máximos posible.
Tipos de cultivo intensivo
Hay varias modalidades de agricultura superintensiva. La más común es la de las zonas de invernadero. Estas, permiten controlar muy bien las variables que influyen en el crecimiento de las plantaciones. Así, se evitan problemas de contaminación y plagas o los daños que pueden producirse por los fuertes vientos.
Invernaderos
Algunas características propias de estos sistemas de cultivo son las siguientes:
- Deben tener condiciones de temperatura y humedad controladas.
- Ayudan a suministrar los nutrientes a través del riego en la cantidad exacta que cada planta requiere según su tipología y edad de crecimiento.
- Estos sistemas de cultivo utilizan medios para proteger la vegetación y asegurar así la sanidad del cultivo. Un ejemplo de esto son los agentes químicos como los fungicidas o herbicidas.
- Se intenta escoger todas las variedades mejoradas genéticamente. Lo que significa que la mayoría de las plantas han sido elegidas para poder dar un alto rendimiento en lo que a sus partes consumibles se refiere. Dichas plantas, han sido estudiadas genéticamente en laboratorios. Esto no significa que sean cultivos transgénicos, la mejora de los genes en las plantaciones se ha llevado a cabo durante cientos de años a través de la selección de las mejores plantas.
Cultivo hidropónico o fuera suelo
La hidroponia, también conocida como cultivo fuera suelo, es otra de las variedades de agricultura intensiva que cumple con las características previamente mencionadas. La diferencia principal es que no cuenta con tierra o suelo.
Consiste en ofrecer a las plantas un sustrato artificial y poroso en el que las raíces se puedan anclar. Así como suministrar un flujo constante de una disolución compuesta por agua y nutrientes a las plantas de crecimiento del cultivo. Con lo cual, se optimiza su producción.
Cultivo intensivo al aire libre
No todos los ambientes se forman a partir de condiciones artificiales o plásticos, sino que los cultivos tradicionales como son el olivar o el almendro también pueden ser cultivos intensivos. De hecho, estos últimos se han tecnificado y mecanizado en gran medida, por lo que podrían incluirse dentro del sistema del cultivo intensivo.
Dicho sistema se basa en plantar líneas de árboles que incluyan marcos de plantación debido a que exprimen al máximo los espacios, permitiendo así plantar más árboles por hectárea en comparación con el sistema tradicional.
Asímismo, los árboles ya no se manejan de forma individual. Lo que ocurre es que se crea un muro vegetal y cosecha que se gestiona de forma global. Con esto se puede conseguir un control eficiente de la fertilización y una producción eficiente mediante el riego.
Cultivos como el olivar o el almendro en sistemas super-intensivos son cada vez más frecuentes. El principal motivo es que permiten dinamizar y modernizar el sector con sistemas productivos y rentables para la agricultura.
Sin embargo, el cultivo en seto no es una novedad. Un ejemplo de esto son los cultivos de pepita como el manzano y el peral.
Ventajas y desventajas de la agricultura intensiva
Ventajas de la agricultura intensiva
- Aumenta los niveles de producción en el campo.
- Minimiza los costes finales de la misma producción.
- Asegura el abastecimiento de alimentos para la población.
- Es una fuente de generación de trabajo permanente.
- Es rentable para los agricultores.
- No se necesitan grandes extensiones de terreno.
Desventajas de la agricultura intensiva
- Produce un mayor agotamiento y desgaste de los recursos naturales.
- El sistema es monocultivo.
- Requiere de una alta inversión económica inicial.
- Puede perjudicar la biodiversidad y el medio ambiente.
- Puede afectar a la biodiversidad del ecosistema.
Agricultura intensiva sostenible
Un estudio publicado en Nature Sustainibility cuestiona varias ideas muy extendidas como es la de que la agricultura intensiva es dañina para el medio ambiente como se cree. Para ello, la investigación se basó en comparar cuatro costes ambientales de la producción de alimentos: las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), uso de agua, filtración de nutrientes como nitrógeno y fósforo y ocupación del terreno.
Los autores señalaron que muchos de los sistemas de producción de alto rendimento, tienen un coste ecológico menor. Esto se debe a que requieren menos tierra por unidad de producto, así, podríamos obtener un mayor número de alimentos para nuestro consumo destinando una superficie menor del entorno natural.
«La clave reside en que los sistemas tradicionales pueden tener menos externalidades por hectárea pero, como son mucho menos productivos, necesitan ocupar más tierra. Así que tienes que multiplicar esa externalidad por todas las hectáreas necesarias para obtener una misma cosecha», dice el profesor de la Universidad de Sheffield (Reino Unido) y coautor del estudio, David Edwards, un estudioso de la conservación de la biodiversidad y el uso de la tierra.
El estudio se diferencia de otros en que mide los costes ambientales por unidad de producto. Así, añaden que, por ejemplo, en los arrozales asiáticos, el nitrógeno sintético puede llegar a multiplicar la producción sin llegar a aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero y usando menos agua por tonelada de arroz que los sistemas tradicionales.
En lo que respecta a la producción lechera, los sistemas orgánicos necesitan menos del doble de tierra que los sistemas convencionales de agricultura sostenible para obtener un litro de leche.
No obstante, investigadores ajenos a este estudio se muestran reticentes a algunas de sus conclusiones. Beatriz Arroyo, investigadora del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos, señala que la agricultura intensiva, al ser más homogénea, tiene un impacto en la fauna del ecosistema, haciendo que esta sea más homogénea también.
Fuentes:
Tsiafouli, M. A., Thébault, E., Sgardelis, S. P., De Ruiter, P. C., Van Der Putten, W. H., Birkhofer, K., … & Hedlund, K. (2015). Intensive agriculture reduces soil biodiversity across Europe. Global change biology, 21(2), 973-985.
El País. 2021. La agricultura intensiva es tan sostenible como la ecológica. [online] Available at: <https://elpais.com/elpais/2018/09/14/ciencia/1536902966_747933.html> [Accessed 21 December 2021].
Balmford, A., Amano, T., Bartlett, H., Chadwick, D., Collins, A., Edwards, D., … & Eisner, R. (2018). The environmental costs and benefits of high-yield farming. Nature sustainability, 1(9), 477-485.