Hoy nos acercamos a una particular finca rústica con casa solariega situada en Murcia. Una oportunidad para disfrutar de un espacio adecuado para uso como recreo cinegético y agrícola.
Ubicada estratégicamente entre los términos municipales de Yecla y Caudete, en las tierras fértiles de Murcia y Albacete, esta finca de 321 hectáreas despliega un abanico de posibilidades en el ámbito de la producción agrícola.
Con 31 hectáreas dedicadas al cultivo de la vid, 19 hectáreas al olivar, 7 hectáreas al almendro y 6 hectáreas reservadas para cultivos de secano, esta extensión de tierra se destaca como un enclave de la diversidad agrícola.
Además, los bosques, el monte bajo, los arbustos y los pastos silvestres que completan el paisaje ofrecen un equilibrio perfecto entre la producción y la preservación del entorno natural. En resumen, esta finca es mucho más que una simple propiedad; es un oasis de productividad y biodiversidad que promete beneficios tanto económicos como medioambientales.
La finca está en una zona privilegiada por sus viñedos que desde el siglo XIX tienen una Denominación de Origen de 1972. El clima es típicamente mediterráneo-continental, lo que significa que los veranos son cortos y calurosos, mientras que los inviernos son fríos y ventosos.
Quizás lo más especial e interesante es su potencial como finca cinegética. Tiene licencia de coto de caza y la variada fauna incluye jabalíes, zorros, conejos, perdices y palomas. Incluso nos encontramos con un palomar de 65 metros cuadrados.
La casa principal de 696 m2 tiene un interesante pasado histórico.
Casa solariega, de 1704, fue un fuerte militar durante la Guerra de Sucesión Española, con un pequeño torreón de vigilancia.
Este espacio es ideal para convertirse en un singular y exclusivo albergue para cazadores, facilitando refugio, local para restauración o en una casa rural.
Tanto la caza mayor como la menor, una tradición arraigada en la cultura rural, ha evolucionado con el tiempo, convirtiéndose en una actividad que combina la pasión por esta afición con el respeto por la naturaleza. Es la finca perfecta para una buena experiencia.
Además de la casa principal, hay otros edificios como corrales, cocheras y una bodega para hacer vino de manera tradicional.
La finca, un espacio lleno de potencial y versatilidad, ofrece una amplia gama de oportunidades para su aprovechamiento en diversos ámbitos. Desde actividades agropecuarias que aprovechan la fertilidad de la tierra para el cultivo de alimentos orgánicos hasta opciones de recreo que invitan al descanso y la desconexión en medio de la naturaleza.
Aquellos interesados en la caza encuentran en este entorno un lugar privilegiado para disfrutar de esta actividad, respetando siempre las normativas y prácticas éticas. En definitiva, la finca se presenta como un oasis de posibilidades, donde cada rincón ofrece una experiencia única y enriquecedora para aquellos que deciden explorarla.
La finca tiene un tesoro que hoy en día es envidiable. En este enclave único, la casa encuentra su sustento en dos aljibes, asegurando un abastecimiento hídrico constante. Además, existe la posibilidad de obtener una licencia para extraer hasta 7.000 m3 de agua al año, garantizando así una independencia total en cuanto a recursos acuíferos.
Estamos frente a una finca con muchas posibilidades de uso, ya que incluye otras tres viviendas más de diferentes dimensiones, en muy buen estado, todas con suministro de agua también a través de aljibes.
Además de la residencia principal, esta propiedad encantadora abarca tres encantadoras casitas rústicas de 55, 91 y 170 metros cuadrados respectivamente, todas en excelente estado y provistas de sus propios aljibes para garantizar una vida confortable y autónoma.
Para completar esta oferta única, se incluyen dos tractores y dos remolques, proporcionando las herramientas necesarias para aprovechar al máximo las amplias oportunidades que ofrece este lugar excepcional.
Como curiosidad, existen tres cuevas habitadas durante el siglo XIX y un refugio de pastores, que confieren un toque pintoresco.
La finca rústica está bien conectada, con una carretera a menos de 5 kilómetros de distancia. En definitiva, una extensa, bonita y particular finca con muchas posibilidades para producir y disfrutar.
Este terreno ofrece una oportunidad única para los amantes de la naturaleza y la caza de disfrutar de una experiencia auténtica en entornos rurales. Desde la privacidad y exclusividad hasta la variedad de especies disponibles, esta opción proporciona todo lo necesario para una grata experiencia.
