La agricultura es una de las fuentes que más consume el agua dulce del planeta. Por eso, es importante usarla de forma eficiente y emplear sistemas inteligentes. 

El agua destinada a una finca rústica tiene diversos fines. Tanto es así que funciona como un ciclo, no solo riega y nutre los campos de cultivo, también es útil para alimentar el ganado y puede destinarse al consumo humano. 

Ventajas de llevar agua a una finca rústica

Hay dos vías principales para llevar agua a una finca rústica. La primera de ellas es construir un pozo de agua mediante la concesión del servicio y la segunda consiste en instalar una toma de agua. En función de las necesidades y la utilidad que vayas a darle al agua, cada una de las opciones te aportará diferentes ventajas. 

Pozos de agua 

Se trata de agua potable con un alto nivel de limpieza y pureza. Cabe destacar la importancia de que la zona donde se sitúe el pozo no esté sobreexplotada. Así, las cantidades de agua almacenada podrán ser considerables. El agua extraída mediante un pozo no supone aplicar un tratamiento extra. Del mismo modo, al encontrarse bajo tierra no se verá afectada por los cambios meteorológicos, por lo que su temperatura se mantendrá estable. 

Toma de agua 

Disponer de una toma de agua en una finca rústica puede ser una gran ventaja. Tanto es así que es el mismo suministro de agua de la población , por lo que no tendrás que preocuparte de nada. En este caso, tendrás que contratar el servicio y abonar un pago de forma periódica. 

Llevar agua a un terreno rústico

Como bien sabrás, el agua es un bien considerado de dominio público. Disponer de un uso privado de la misma mediante un pozo requiere autorización por parte del organismo correspondiente. Así, las aguas públicas pueden ser superficiales o subterráneas. 

Para poder hacer uso de aguas públicas, se requiere una concesión de aguas. Es decir, el derecho de darle un uso privado. En este permiso, serán recogidos los requisitos y las características de la concesión. 

Para las aguas superficiales, será imprescindible el derecho de concesión de aguas. En el caso de las aguas subterráneas, como es el caso de los pozos, será requerido un permiso administrativo para extracciones superiores a 7 millones de litros al año. Dichas autorizaciones de concesiones se solicitan para actividades relacionadas con el riego y la ganadería. 

Sin embargo, si lo que te interesa es instalar una toma de agua, has de saber que la compañía distribuidora del agua no está obligada por ley a la instalación del agua. La normativa indica que solo es obligatorio  en el caso de solares urbanizables. Por lo tanto, cabe la posibilidad de que la compañía estudie un presupuesto y, en base a este, decida o no instalar el servicio. Además, dicha compañía podrá solicitar el requisito de que exista algún tipo de actividad agrícola en la finca. 

Requisitos para instalar agua en una finca rústica

Las fincas rústicas en venta en España son inversiones cada vez más atractivas en las que es posible construir una instalación agrícola, ganadora o incluso construir una vivienda. No obstante, estas fincas rústicas no siempre disponen de todos los servicios básicos. En estos casos, habrá que llevar a cabo determinados trámites para disponer de agua en un terreno. Pedir agua en una finca rústica es un trámite sencillo, pero que conviene de ciertos conocimientos para facilitar los trámites y acelerar el proceso. 

Como decíamos, sin un servicio de agua corriente no podremos disponer de sistemas de riego, agua para los animales ni tampoco abastecer una vivienda. Por ello, debemos encontrar la vía más óptima de disponer de a misma, ya sea mediante una conexión a una red pública o mediante la explotación de los recursos hídricos de la zona. Estos últimos pueden darse en forma de manantiales, pozos, arroyos o ríos que crucen el terreno. 

Pedir agua para una finca rústica: requisitos y pasos

El primer paso que debemos seguir es conocer el tipo de conexión que queremos realizar, el motivo es que en función de la misma, el permiso se solicitará al municipio o a la confederación hidrográfica competente de la zona. 

Por otro lado, si lo que necesitamos es destinar el agua a una finca rústica de regadío, habremos de solicitarlo a la comunidad de regantes local correspondiente. 

Además, cabe la posibilidad de que la finca rústica pueda conectarse con una traída pública de aguas. En ese caso, se solicitará permiso al ayuntamiento. 

Igualmente, es posible que el municipio tenga una empresa encargada de la distribución; entonces, dicha entidad se encargará de estudiar y autorizar la instalación del agua. 

Con frecuencia, estas entidades van a establecer como requisito la existencia de una actividad agrícola en la finca que solicita el servicio. Por lo tanto, si no se da el caso, es posible que no accedan a instalar la conexión. 

Asímismo, hemos de saber que estas empresas municipales no están obligadas a construir la acometida. Sin embargo, esto no ocurre en una finca en suelo urbano. Por ello, será necesario contratar a una empresa constructora que se encargue de realizar esta gestión siguiendo con la normativa vigente.

Posibles problemas al solicitar agua para una finca rústica

No obstante, este proceso implica a menudo cruzar vías públicas y fincas de otras personas. Por lo tanto, será requerido  contar con los permisos de las autoridades y del resto de propietarios implicados. A esto se le suma que, si la finca está ubicada dentro de un terreno con especial protección, como puede ser un Parque Nacional o Natural, habrá que contar con los permisos de las entidades que gestionen dichos lugares. 

Sin embargo, si lo que buscamos es aprovechar aguas superficiales subterráneas de manantiales, cauces o acuíferos en el terreno rústico, el proceso será distinto. La cuestión aquí es que, aunque se trate de una finca privada, sigue siendo propiedad del Estado. Por lo tanto, se deberá solicitar permiso a la confederación hidrográfica . Entonces, esta estudiará el caso y decidirá si utliliza el aprovechamiento o no. 

Las confederaciones hidrográficas o de cuenca son entidades públicas que administran y gestionan los recursos hídricos a nivel nacional. 

Concretamente, en España, podemos encontrar la del Cantábrico, la del Ebro, la del Guadiana, la del Tajo etc. Los nombrados organismos estatales se encargan de favorecer que los recursos naturales no se agoten y no sean explotados en exceso. Por lo tanto, sin su consentimiento, no tendremos derechos de agua. 

Una vez que hayamos conseguido la autorización, el siguiente paso será construir una toma de agua. Si se trata de un manantial superficial, una opción es trasladar el agua a través de mangueras y una arqueta. Por otro lado, si se trata de un pozo, lo que necesitaremos será instalar una bomba para extraer el agua y transportarla. Sea cual sea el caso de tu finca rústica, necesitarás contactar con expertos para este tipo de trabajos. 

Legislación vigente para solicitar agua en una finca rústica

Como sabrás, España es un país en su mayoría de secano, donde el agua es un recurso muy valoso. Lo que implica que el acceso a este recurso esté muy limitado y regulado. Tanto es así que podemos encontrarnos con decenas de leyes, reglamentos y normativas vigentes que hemos de considerar. 

Por citar algunas de las más importantes, a nivel nacional podemos encontrar la Ley de Aguas, esta regula el ámbito público hidráulico. A esta se le suma el Reglamento de Dominio Público Hidráulico y el decreto 125/2007, por el cual se fija el ámbito territorial de las demarcaciones hidrográficas. Existen también otras especiales para los Parques Nacionales o Naturales, que pueden afectarnos a la hora de conectar nuestra finca a una red de agua.