



















2.300.000€
Compra
Adquirir una finca rústica en Navarra es apostar por una provincia que integra tres grandes paisajes: ribera fértil, media montaña y zona pirenaica. Esta diversidad natural se traduce en un aprovechamiento agrícola y ganadero muy variado. En la ribera del Ebro, las fincas de regadío son ideales para el cultivo de frutas, hortalizas, maíz y forrajes. Zonas como Tudela y su entorno son referentes en la producción hortícola, especialmente para el canal de exportación y conservas vegetales.
En Navarra Media y zonas como Tierra Estella o la Valdorba, las fincas se dedican al cereal, olivo y viñedo, con bodegas de vino D.O. Navarra que han ganado prestigio por su producción sostenible y de calidad. También se cultivan almendros, trufa y aromáticas en sistemas de bajo consumo hídrico. La ganadería extensiva, por su parte, tiene una fuerte implantación en el Pirineo y las sierras prepirenaicas, con explotaciones ovinas, bovinas y de razas autóctonas.
Una finca en Navarra también puede tener un uso mixto: muchas propiedades se utilizan tanto para producción como para educación, ecoturismo o emprendimientos rurales. La comunidad foral cuenta con un amplio sistema de ayudas, asesoramiento técnico y políticas de innovación agraria que facilitan el desarrollo de nuevos proyectos.
Contar con una finca rústica en Navarra