









Compra
Compra
105.000€
Compra
3.000.000€
Compra
780.000€
Compra
3.500.000€
Compra
7.500.000€
Compra
1.990.000€
Compra
135.000€
Compra
Arrendamiento
Compra
Invertir en una finca rústica en Segovia es apostar por la tradición agrícola de Castilla y León en un territorio que ofrece tanto posibilidades productivas como de recreo. La provincia de Segovia, caracterizada por su mezcla de amplias llanuras y zonas montañosas, presenta un abanico de usos agrícolas y ganaderos de gran interés para quien busca asentarse en el medio rural o diversificar sus inversiones. En el centro-sur de la provincia, las campiñas de Santa María la Real de Nieva, Coca o Cuéllar destacan por sus grandes superficies de secano, donde los cultivos de trigo, cebada, avena y colza dominan el paisaje. La producción cerealista en estas comarcas no solo se mantiene como actividad principal, sino que además ha evolucionado incorporando técnicas de siembra directa y rotación sostenible para proteger el suelo.
A lo largo de los ríos Eresma y Duratón, se encuentran también fincas de regadío que permiten cultivos de maíz, forrajes y hortícolas, aprovechando los recursos hídricos disponibles y mejorando la rentabilidad de las explotaciones. Los márgenes de estos ríos favorecen pequeños proyectos de agricultura intensiva y huerta, ideales para venta de proximidad en los mercados locales o para la producción ecológica certificada, que cada vez gana más terreno entre los nuevos agricultores segovianos.
La ganadería extensiva es otro de los pilares de las fincas en Segovia. En zonas como Sepúlveda, Riaza o Pedraza, las explotaciones de ovino son emblemáticas, con el cordero lechal segoviano reconocido a nivel nacional. También la ganadería vacuna y, en menor medida, la cabra serrana, aprovechan los pastos naturales de montaña en la Sierra de Guadarrama y la Sierra de Ayllón, donde las condiciones permiten un modelo de ganadería sostenible y de calidad diferenciada. Algunas fincas se encuentran parcialmente forestadas, ofreciendo recursos adicionales como la explotación de madera de pino negral o resinero, la recolección de setas o trufas, y la posibilidad de solicitar ayudas para planes de reforestación, biodiversidad o actividades de gestión forestal sostenible.
Además del uso agrícola y ganadero, una finca en Segovia puede tener un enorme potencial para actividades complementarias como el agroturismo, el turismo de naturaleza o los proyectos educativos. Gracias a su proximidad a Madrid y a ciudades patrimoniales como Segovia capital, existe un creciente mercado para casas rurales, alojamientos integrados en explotaciones agrícolas o fincas dedicadas a la organización de eventos relacionados con el medio natural. Muchas de estas propiedades cuentan con edificaciones antiguas —caseríos, casas de labranza o naves agrícolas— que pueden rehabilitarse para nuevos usos compatibles con la explotación primaria.
El mercado de fincas en Segovia ofrece opciones para diferentes perfiles: desde pequeños terrenos de recreo para huertos familiares hasta grandes propiedades agrícolas y ganaderas que permiten desarrollar explotaciones a escala. Los precios, aún accesibles comparados con otras provincias del entorno de Madrid, y la disponibilidad de ayudas públicas para jóvenes agricultores, modernización y diversificación rural, convierten a Segovia en una provincia especialmente atractiva para quienes desean emprender en el campo. Apostar por una finca en Segovia es elegir estabilidad, tradición, naturaleza y futuro, en una tierra donde el mundo rural sigue teniendo un peso y una vitalidad muy reales.