
350.000€
Compra

350.000€
Compra
369.000€
Compra
1.662.414€
Compra
Compra
Compra
Compra
2.000.000€
Compra
Compra
550.000€
Compra
Compra
Escoger una finca rústica en Huesca es apostar por un entorno donde la naturaleza y la productividad agrícola se dan la mano. En esta provincia aragonesa, el paisaje cambia de forma radical según la altitud: mientras las comarcas del sur como Los Monegros o La Hoya de Huesca son dominadas por cultivos extensivos de secano (trigo, cebada, girasol), el norte es un auténtico paraíso verde con bosques, valles y prados alpinos ideales para ganadería o proyectos forestales.
Las fincas de regadío en la zona del Cinca Medio o el Bajo Cinca están orientadas a cultivos hortícolas, frutales de hueso y maíz. Muchas cuentan con infraestructuras modernas, acceso a canales de riego y cercanía a cooperativas agrícolas que facilitan la comercialización. En cambio, en la zona pirenaica las fincas suelen estar dedicadas a la ganadería extensiva de vacuno o equino, con explotaciones adaptadas al relieve montañoso, acceso a pastos de alta calidad y sistemas sostenibles certificados.
Una finca rústica en Huesca también puede tener un uso turístico, ya que la demanda de alojamientos rurales, espacios de desconexión o iniciativas de agroturismo ha crecido de forma notable. Muchas propiedades incluyen bordas, refugios o casas rurales que pueden rehabilitarse con fines recreativos o para alojamientos de montaña. Además, algunas zonas están orientadas a la reforestación y conservación ambiental, con ayudas públicas para su protección y aprovechamiento compatible con actividades económicas.