





























Compra

Compra
454.720€
Arrendamiento
2.500.000€
Compra
Compra
Compra
528.000€
Compra
4.290.000€
Compra
200.000€
Compra
2.640.000€
Compra
Compra
Esta provincia extremeña se caracteriza por sus enormes extensiones de dehesa, un ecosistema agrosilvopastoral único donde se combinan aprovechamientos agrícolas, forestales y ganaderos. Las fincas de dehesa son especialmente apreciadas para la cría de cerdo ibérico, actividad que ha generado una industria agroalimentaria de alto valor con denominación de origen y reconocimiento internacional. Este tipo de terreno, poblado de encinas y alcornoques, ofrece además oportunidades de explotación forestal sostenible y producción de leña, corcho o biomasa.
En la zona de las Vegas Altas del Guadiana, destacan las fincas de regadío gracias a una red consolidada de canales que permite el cultivo de arroz, maíz, tomate para industria y frutales de hueso. En estas fincas, tanto grandes explotaciones profesionales como nuevos agricultores encuentran su espacio para un desarrollo productivo diversificado. También son comunes los olivares, viñedos y cultivos de secano como los cereales, sobre todo en la Campiña Sur y Tierra de Barros, donde las tierras fértiles permiten explotaciones modernas con maquinaria y tecnología agrícola.
La ganadería bovina y ovina, tanto en extensivo como en intensivo, sigue siendo una base fundamental de la economía rural pacense. Muchas fincas cuentan con infraestructuras habilitadas como naves, cercados o sistemas de riego que permiten iniciar la actividad productiva sin grandes inversiones iniciales. Además, en los últimos años, Badajoz se ha consolidado como un punto clave para el desarrollo de proyectos de energías renovables, especialmente solares, gracias a la gran disponibilidad de terreno y a su altísimo número de horas de sol al año.
Una finca en Badajoz es una inversión versátil, que se adapta tanto a perfiles tradicionales del campo como a inversores que buscan innovación y sostenibilidad. La variedad de tipologías de fincas (de secano, regadío, mixtas, forestales) y la existencia de ayudas públicas al desarrollo rural convierten esta provincia en una apuesta estratégica para quien quiere crecer en el entorno rústico con visión de futuro.