Las fincas cinegéticas son espacios dedicados a la caza deportiva en entornos controlados. Incluye la regulación de la caza, la alimentación suplementaria, la mejora de hábitats y el control de predadores.
Las fincas están equipadas con puestos de caza, caminos, refugios y, a menudo, instalaciones de alojamiento y servicios adicionales. Ofrecen caza mayor (ciervos, jabalíes, muflones) y menor (conejos, liebres, perdices).
En España, están reguladas por leyes autonómicas y nacionales que garantizan la sostenibilidad y el bienestar de las especies cazadas, requiriendo permisos específicos para caza y mejoras de hábitat.
La compra de parcelas cinegéticas se ha convertido en una opción atractiva para aquellos interesados en la caza y la conservación, ofreciendo la posibilidad de gestionar y disfrutar de un espacio propio.
Además de la protección del medio ambiente, la compra de parcelas cinegéticas también puede tener beneficios económicos para las comunidades locales. Por ejemplo, la creación de parques y reservas naturales puede generar empleos y fomentar el turismo sostenible, lo que puede ser beneficioso para la economía local.
Has de tener en cuenta que se necesita un mínimo de hectáreas. Generalmente, si queremos constituir un coto con aprovechamiento principal de caza mayor necesitaremos una superficie de 500 hectáreas o más.
